En muchas pràcticas culturales, modas y estilos artìsticos, los tatuajes y el arte de tatuar han abarcado varios ciclos de popularidad, han aumentado y disminuido con el paso de los años, pero nunca han desaparecido.
Muchas culturas del mundo antiguo practicaban ampliamente el arte de tatuar, el cual estaba asociado con un alto nivel de habilidad artìstica. A lo largo de la historia, los tatuajes, igual que otras formas de decoraciòn corporal, se ha relacionado con el aspecto sensual, eròtico y emocional del psique. Aunque, tradicionalmente, forman parte de un compilado rito de iniciaciòn en una cultura especìfica, tambièn han fungido como marcas de realeza y de rango; como sìmbolos de devociòn espiritual y religiosa; como marcas de valentìa y destreza en la batalla; como atractivo sexual; como señales de amor; como castigos; como amuletos y talismanes de protecciòn, y como marcas de esclavos, marginados y criminales.
Los tatuajes pueden tomar forma de simple sìmbolos o diseños elaborados, y muchos tienen un fuerte significado. Los tatuajes de los antiguos chimùes de Perù en Amèrica del Sur, y aquellos de diversas tribus ètnicas de la isla de Borneo, en el mar del sur de China, se caracterizan por ser atrevidos diseños abstractos, mientras que los de las haidas, del Pacìfico noreste de Amèrica del Norte, son fantàsticos animales mitològicos. Los animales son tem frecuente en los tatuajes, y toda clase de criaturas y habitantes del mundo natural se representan en un lienzo humano. En muchas culturas, por tradiciòn, los tatuajes se relacionan con la magia, los tòtems y el deseo de que una persona tatuada se identifique con el espìritu de un animal en particular.